martes, 2 de agosto de 2011

La Justificación del Pecado

Varado en las tinieblas, vomitando las estatuas que reflejan de espejo a espejo superficialidad. Dibujado en la misma imagen, continuamente, continuamente, continuamente. Lo que piensan es diversidad, sin embargo, no es más que monotonía como los efectos de la ambición que día a día se riega.
Las engañosas máscaras los ciegan de la distinción y el virus de la ingenuidad aprovecha y prolifera para crecer y matarlos de la consciencia. Perversión estirada y expandida de forma tal que logra cubrir desde la callada sabiduría hasta la ruidosa ignorancia, del razonamiento adquirido al instinto programado, incluso de la inexistente empatía a la sobrante arrogancia.Un deseo ambicioso sembrado de pisar tan fuerte como puedan para que la huella del desastre sea más profunda. Nadie construye una escalera a lo alto y eterno, sino caminos forrados de tumbas reservadas para sus virtudes,
Me atemoriza la infección de corazón, sólo dispongo de una débil capa de radiación respetuosa abrigándolo.
Sabría que si Dios estuviera delante de mi, distraído, le robaría un poco de bondad y la esparciría alrededor del podrido mundo.Cometería el más grande error divino para obtener un acierto.


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