martes, 1 de mayo de 2012

Razón

Toda creencia se compone de un fundamento real y veraz que se complementa con argumentos y demostraciones, pero para entender y demostrar la veracidad de tal fundamento, que va más allá de cualquier explicación para el entendimiento humano, se trata de una concordancia mutua de ambas partes que compongan el debate, es decir, ninguna creencia estará correcta, hasta que todos concuerden con ello.

No se puede refutar nada, puesto que toda teoría es razonable, y dicho esto, toda propuesta es posible. Depende entonces de la profundidad de la razón que implica tal o cual teoría o propuesta, para ser mejor valorada.

¿Puedes tú asegurarme que en todo el universo no existe vida? Si puedes, es porque conoces todo el universo. No puedes demostrarme tus teorias, pero puedes mostrármelas dado que son concepciones razonables y no estrictamente racionales


Es por eso que el amor no se acopla armoniosamente con la razón: el arte de amar ciega a la razón. Cuando las inhibidas funciones cerebrales son influenciadas por el amor; la lógica y la razón son manipuladas a tal grado de convencerla de que están correctos (dichas convicciones son erroneas, pero tu cerebro se convence de lo contrario), es tal grado de alienamiento hermoso y perfecto por el que vale la pena sufrir. Pero mientras ames, tu uso de razón se verá limitado y tu lógica apuntará hacia la dirección equivocada.

Somos unos seres diminutos en todo el cosmos, y nuestros pensamientos lo son aun más. Y sin embargo, la ciencia de pensar es infinitamente grande y proporcional al tiempo que le dediques, es una ciencia que no muchos comprenden y muchos ignoran su importancia.