miércoles, 13 de febrero de 2013

Padre

¿Dirías tú que tu padre esta orgulloso de ti?
Si la respuesta es sí, estas haciendo algo mal, si la respuesta es no, también estas haciendo algo mal.
Procedo a explicar el por qué de un razonamiento puramente intuitivo y personal, me apresuro a comentar que lo que escriba a continuación y dentro de todo este blog no es un estatuto que intento establecer, sino más bien una vaga opinión fuera de lo común, quizás, y personal interpretativa que se rige por un fundamento puramente interno, es por ello que no pretendo influir o cambiar un modo de pensar ni mucho menos de actuar, es importante aclarar que lo que aquí yace es por propia inducción y no representa una idea capciosa o manipuladora, ni mucho menos una idea plagiada, puede verse penetrada, por supuesto, por ideas de otro pensamiento, pero ¿a quién no le afectan otros pensamientos para su propio juicio? Dicho esto, a manera de introducción bajo una importante regla que de hoy en adelante, tú como lector, y yo como escritor, me comprometo a esclarecer como principal fundamento de este blog, a manera de nota por los autores de Prodfum.
En cuanto a la cuestión de un pensamiento de padre que atañe a un hijo, un padre, por lo tanto, no debe estar completamente orgulloso, siendo la palabra "completamente" redundante, pues si se esta orgulloso, el padre esta forjando una idea propia hacia ti, seria obvio destacar que cada persona es diferente, independientemente del seno mismo que provengan, por consiguiente, un padre estará orgulloso de un hijo que ha moldeado a su idea misma, no obstante, este verso podría contradecirse al contemplar que, proviniendo del mismo seno familiar, estudios indican, que se infundan similares pensamientos entre los miembros de este, por lo que me dispongo a contradecir la contradicción, a pesar de que varios miembros provengan del mismo seno no es raro que tengan ideas diferentes, pues cada uno tiene su modus vivendi fuera de la familia, por lo que pueden variar estas ideas a pesar de tener otras similares a las que se viven en el mismo hogar, esto es obvio al fundar el objetivo mismo de una idea, que son paralelamente distantes y a la vez influenciadas entre sí.
La cuestión es pues, que si un padre, en otro caso, no está orgulloso de su hijo también despierta una inquietud, pues algo esta fallando claramente. La situación en la que el padre es obligadamente un líder, falla en cuanto no se cumplan sus regimientos, no puede simplemente resignarse a dejar que su idea se escape de preñar el pensamiento de su hijo, estaría fallando entonces como padre. Por eso, el cumplimiento de discernir entre estar orgulloso o no estarlo, se ve cuestionado con el intermedio de estos dos; pues un hijo no debe fallar a un padre de manera que lo deshonre, pero tampoco debe acatar la idea misma de su padre ya que estaría fallando como hijo, visto mas allá, como persona.
La persona se compone de ideales propios a los que trascender, en donde dichos ideales se verán inevitablemente comparados con otros de la misma clase y por lo tanto, cambiados. A pesar de ser parecidos, nunca serán los mismos, pueden parecer incluso similares, pero nunca dirigirán a la misma dirección del original.
El hijo debe acatar las ideas que del exterior y del interior del seno  se le han de inculcar, para formular un juicio propio de pensamiento que permita la interaccion de estas dos ideas para formular el abstracto de su mente, para ser parte de su actitud inclusive. Siendo esta sentencia no como sugerencia sino como estatuto de regla. Con la creciente preocupación de que sea incumplida, me adelanto a suplementarlo con la convicción de que es imposible trascender siendo parásitos de otras ideas; se debe, no obstante, alimentar y retribuir los parámetros del ideal, para hacerlo, el hijo debe profundizar las cuestiones y, bajo su propia conclusión, domar la finalidad de la dirección de sus ideas. No se puede pues, trascender sin una completa deducción de esas ideas.