miércoles, 7 de agosto de 2013

Déjà Vu

Hace unos días, me encontraba leyendo un capítulo de cierto
libro X, cuando recorro un pasaje, repentinamente recuerdo que ese pensamiento ya se había situado alguna vez en mi mente, lo cual me hizo indagar en el tema, releyéndolo varias veces; ese recuerdo estuvo en mi mente, sin embargo, no recordaba el momento en el que se había fundado ese recuerdo, es decir, no podía encontrar explicación a ese "recuerdo" pues no tenía un preciso instante en el que lo haya situado. Cuando comencé a pensar aún más en ese tema, pude quizás imaginar que en alguna otra ocasión me había sucedido lo mismo, incluso le ha pasado a otras personas, sin explicación aparente, me ahondo en el tema, basándome en hechos un poco más explicativos, como narraciones o estudios, a lo que puedo concluir en que está fuera de nuestro entendimiento.
Entre tanto e irónicamente, usé la analogía del pasaje mismo que estaba leyendo, cuyo tema principal hablaba de agujeros de gusano y diferentes dimensiones, los cuales me encontraba ignorante al tema, por lo tanto, imposible haberlo recordado antes. A modo de acortar la historia, explicaba que en nuestra dimensión "una cuarta dimensión", a lo que Pitágoras bien describía como punto, línea, plano y sólido... Entonces el propio escritor explicaba que era imposible imaginar una quinta dimensión, pues él, vagamente, lo descifraba como una teoría -la teoría en cuestión y la fundamentalización están fuera del punto, por lo que no lo describiré-. Así fue como explicaría el suceso, más precisamente una descripción del hecho. En efecto, nos ocurren todo el tiempo cosas inexplicables. Me gustaría saber si alguien alguna vez han experimentado un Déjà Vu, expliquen sus historias.

miércoles, 13 de marzo de 2013

Perfección: Svetaketu


Cuando Svetaketu tuvo doce años, fue mandado a un maestro, con el que estudió hasta cumplir los veinticuatro. Después de aprender todos los Vedas, regresó al hogar lleno de presunción en la creencia de que poseía una educación consumada, y era muy dado a la censura.Su padre le dijo:-Svetaketu, hijo mío, tú que estás tan pagado de tu ciencia y tan lleno de censuras, ¿has buscado el conocimiento por el cual oímos lo inaudible, y por el cual percibimos lo que no puede recibirse y sabemos lo que no puede saberse?-¿Cuál es este conocimiento, padre mío? -preguntó SvetaketuSu padre respondió: -Como conociendo un terrón de arcilla se conoce todo lo que está hecho de arcilla, pues la diferencia es sólo en el nombre, pero la verdad es que todo es arcilla, así, hijo mío, es el conocimiento que, una vez adquirido, nos hace saberlo todo.-Pero sin duda esos venerables maestros míos ignoran este conocimiento; pues, si lo poseyesen, me lo habrían comunicado. Dame, pues, tú, padre mío, este conocimiento.-Así sea -contestó el padre... Y dijo-: Tráeme un fruto del árbol de nyagrodha.-Aquí está, padre.-Rómpelo.-Roto está, padre.-¿Qué ves ahí?-Unas simientes, padre, pequeñísimas.-Rompe una.Rota está.-¿Qué ves ahí?-Nada.El padre dijo: -Hijo mío, en la esencia sutil que no percibes ahí, en esa esencia está el ser del enorme árbol del nyagrodha. En eso que es la sutil esencia, todo lo que existe tiene su yo. Eso es lo Verdadero, eso es el Yo, y tú, Svetaketu, eres Eso.-Por favor, padre -dijo el hijo-, dime más.-Así sea, hijo mío -respondió el padre; y dijo: -Pon esta sal en agua, y vuelve mañana por la mañana.El hijo cumplió lo mandado.A la mañana siguiente, el padre dijo: -Tráeme la sal que pusiste en el agua.Buscóla el hijo, pero no pudo encontrarla; pues la sal, por supuesto, se había disuelto.
Tráeme la sal que pusiste ayer, al atardecer, en agua."Svetaketu miró el agua, pero no pudo encontrar la sal porque se había disuelto.
Entonces, su padre le dijo:.- Prueba el agua de estos lado del bol. Qué gusto tiene ?.- Tiene gusto de sal..- Prueba ahora el agua del otro lado. Qué gusto tiene ? Cómo es ?.- Tiene gusto de sal.- Prueba ahora la del medio y después al fondo. Qué gusto tiene?.- Tiene gusto de sal.- Busca otra vez la sal y ven nuevamente a verme.El hijo lo hizo así y dijo:.- No puedo ver la sal; sólo veo el agua. No veo nada más que agua..- Del mismo modo, oh hijo mío, no puedes ver el espíritu; aunque, ciertamente, él esta aquí. En verdad Él es aquí.
.-Una esencia invisible y sutil es el espíritu de todo el universo. Esto es la realidad. Esto es la Verdad. Tú eres esto. Esto eres tú..- Continúa explicándomelo, padre. Explícame más cosas, padre!.- Muy bien, hijo mío.
.- Así como un hombre que fuera sacado del país de los Gandharas, donde vivía, con los ojos tapados, y entonces fuera dejado y abandonado en un lugar desierto y desconocido, iría andando hacia el este o hacia el norte o hacia el sur, desorientado, porque había llegado con los ojos vendados a aquel lugar desconocido.
.-Pero si un buen hombre que le sacara la venda y le dijera:.-"En aquella dirección está la tierra de los Gandharas, ve en aquella dirección..."Entonces él, si fuera sensato y despierto, si fuera un sabio, siguiendo esa misma dirección, iría preguntando de pueblo en pueblo y de casa en casa hasta llegar la tierra de los Gandharas.Del mismo modo, acontece en este mundo, con aquel quien tiene un maestro que conoce y que lo dirige hacia la tierra del espíritu...Un hombre así, puede decir: "Iré andando, por este mundo, permaneceré aquí, solamente hasta que me haya dado cuenta; hasta haber lograr la liberación...la plenitud, la perfección.
Esta esencia sutil e invisible es el Espíritu de todo el universo.Esto es la realidad. Esto es la Verdad. Tú eres esto.

Historia extraida del libro La Filosofía Perenne, de Aldous Huxley, desconozco a los autores originales, así como a los personajes descritos.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Padre

¿Dirías tú que tu padre esta orgulloso de ti?
Si la respuesta es sí, estas haciendo algo mal, si la respuesta es no, también estas haciendo algo mal.
Procedo a explicar el por qué de un razonamiento puramente intuitivo y personal, me apresuro a comentar que lo que escriba a continuación y dentro de todo este blog no es un estatuto que intento establecer, sino más bien una vaga opinión fuera de lo común, quizás, y personal interpretativa que se rige por un fundamento puramente interno, es por ello que no pretendo influir o cambiar un modo de pensar ni mucho menos de actuar, es importante aclarar que lo que aquí yace es por propia inducción y no representa una idea capciosa o manipuladora, ni mucho menos una idea plagiada, puede verse penetrada, por supuesto, por ideas de otro pensamiento, pero ¿a quién no le afectan otros pensamientos para su propio juicio? Dicho esto, a manera de introducción bajo una importante regla que de hoy en adelante, tú como lector, y yo como escritor, me comprometo a esclarecer como principal fundamento de este blog, a manera de nota por los autores de Prodfum.
En cuanto a la cuestión de un pensamiento de padre que atañe a un hijo, un padre, por lo tanto, no debe estar completamente orgulloso, siendo la palabra "completamente" redundante, pues si se esta orgulloso, el padre esta forjando una idea propia hacia ti, seria obvio destacar que cada persona es diferente, independientemente del seno mismo que provengan, por consiguiente, un padre estará orgulloso de un hijo que ha moldeado a su idea misma, no obstante, este verso podría contradecirse al contemplar que, proviniendo del mismo seno familiar, estudios indican, que se infundan similares pensamientos entre los miembros de este, por lo que me dispongo a contradecir la contradicción, a pesar de que varios miembros provengan del mismo seno no es raro que tengan ideas diferentes, pues cada uno tiene su modus vivendi fuera de la familia, por lo que pueden variar estas ideas a pesar de tener otras similares a las que se viven en el mismo hogar, esto es obvio al fundar el objetivo mismo de una idea, que son paralelamente distantes y a la vez influenciadas entre sí.
La cuestión es pues, que si un padre, en otro caso, no está orgulloso de su hijo también despierta una inquietud, pues algo esta fallando claramente. La situación en la que el padre es obligadamente un líder, falla en cuanto no se cumplan sus regimientos, no puede simplemente resignarse a dejar que su idea se escape de preñar el pensamiento de su hijo, estaría fallando entonces como padre. Por eso, el cumplimiento de discernir entre estar orgulloso o no estarlo, se ve cuestionado con el intermedio de estos dos; pues un hijo no debe fallar a un padre de manera que lo deshonre, pero tampoco debe acatar la idea misma de su padre ya que estaría fallando como hijo, visto mas allá, como persona.
La persona se compone de ideales propios a los que trascender, en donde dichos ideales se verán inevitablemente comparados con otros de la misma clase y por lo tanto, cambiados. A pesar de ser parecidos, nunca serán los mismos, pueden parecer incluso similares, pero nunca dirigirán a la misma dirección del original.
El hijo debe acatar las ideas que del exterior y del interior del seno  se le han de inculcar, para formular un juicio propio de pensamiento que permita la interaccion de estas dos ideas para formular el abstracto de su mente, para ser parte de su actitud inclusive. Siendo esta sentencia no como sugerencia sino como estatuto de regla. Con la creciente preocupación de que sea incumplida, me adelanto a suplementarlo con la convicción de que es imposible trascender siendo parásitos de otras ideas; se debe, no obstante, alimentar y retribuir los parámetros del ideal, para hacerlo, el hijo debe profundizar las cuestiones y, bajo su propia conclusión, domar la finalidad de la dirección de sus ideas. No se puede pues, trascender sin una completa deducción de esas ideas.

miércoles, 3 de octubre de 2012

Cansancio


Estoy harto, el cansancio se hace más mental que físico. Se sabe que el cuerpo permanece joven, pero el agobio en mi cabeza crece como maleza. La culpa puede simplemente ser regada, pero pertenece de antemano al mismo que la esconde, tanto por orgullo o por honor, no puede ser disfrazada ante los mismos ojos que ven el amanecer durante cada mañana. No procede la culpa como factor, sino el desgane como origen, tan resplandeciente como abrir los ojos a medio despertar a la luz del sol: cegador. 

Harto quizas de no frenarlo, tan solo verlo pasar y afectarte sin poner un pie en marcha para contrarrestarlo almenos. Sabiendo la razón, la raíz y todo el potencial, como arma, temeroso, pero tan simple como disparar y accionar la mente y echarla a volar, pero quedándose en divagaciones nada más.

Excusado de mil maneras, cuya explicación atiende a ninguna solución contundente y dentro de sí lo sabe, pero pretende que no, porque le conviene.  El cuerpo se encuentra entonces en una "alienación consciente", del cual la mente es poseedor de éste otro, si me empeño en pensar que el cansacio me domina, eventualmente lo hará. Por el contrario, si decido desafiarla con la acción misma, es decir, que el cuerpo desobedezca una orden estrictamente fundada, se tomará un único camino cuyo origen yace meramente del instinto, que es aquello a lo que nos aferramos aun con un sano juicio.

La respuesta afín se encuentra en el mismo lugar que la vió nacer: la mente. Ninguna droga puede cambiar eso, el factor inhibidor quizás, pero la raiz de todos los males soy yo, ensimismado en mi propio ego.

viernes, 17 de agosto de 2012

El hombre solitario

De un hombre imperfecto plagado de soledad manifestada de cero formas, que se digna a eludir a los que lo aman sin motivo aparente mas que un mordaz desinterés, como aquella mantis que se arma de paciencia por su presa y de un repentino movimiento está entre sus mandíbulas.
Confesando sus secretos a su alma, como aquel desesperado que se recuesta sobre el diván y drena sus penas a un decrépito experto, su único confidente, su amigo es él.
Con ninguna novedad de encontrarse solo, cual razón es insignificante al explicar, pero obvia de deducir.
Hundido en un pozo que él mismo ha cavado, cobijado tan solo con su indiferencia, su escudo para escrutar cualquier sentimiento vivo que pueda yacer, a sabiendas de que su mentira era análoga, pues vivía engañado.
En su ego, él solo era la víctima, aun conciente de su entorno, sus palabras sólo son ofensas.
Preguntándose decrépitamente:
¿Cuándo dejaremos de mentir? Y respondiendo a su vez: que quizás la mentira nos acerca a la supervivencia, o tal vez es necesaria, en cuyo caso, estaría en contra de un paradigma que define la evolución, algo más poderoso que el oxígeno mismo, más vital que la sangre fluyendo por la aorta, más superficial que la personalidad por ende.
La alternante variación de pensamientos egoistas que definen a un ser como el centro de la raza, porque no defienden mas que un interés por un universo que ellos llaman hogar.
Basado solamente en una atracción, encaminado a ninguna concreción, sino indagante.
La vida misma es un juego limitado, que se dispone a jugarse bajo las reglas del entorno, satisfecho o no, se está obligado a tomar parte de él, dependerá entonces de cómo se adapte un individuo y su éxito o fracaso dentro del rompecabezas conformado por miserables fragmentos que son experiencias de la vida.
La solución pues, será infinita, pero a la vez limitada con tan solo la muerte; un ciclo que va de generación en generación.

Tal vez debería casarse con su ego.